domingo, 4 de julio de 2010

entrevista de semblanza

No estudié para chismoso.
Mi labor es informar: Alejandro Páez

por Alfredo Páez
Lunes 14 de junio de 2010
Alejandro Páez, no renuncia de su empeño en la vida, el quehacer informativo, el día a día y la velocidad de informar de los hechos más relevantes de nuestra sociedad con el único fin de presentar la nota de la manera más objetiva posible.
“Después de trabajar en varios periódicos se aprende demasiado, dice, acompañado de libreta y pluma files y necesarios utensilios de trabajo” asegura.
A sus 44 años de edad y 17 años de labor periodística tanto en el periódico Reforma como en El Diario de México y actualmente en La Crónica de hoy, afirma que la vida lo ha llenado de experiencias en el ámbito informativo “pues no es tan fácil mantenerse al margen, la nota no tiene horario”, cursó la licenciatura de Comunicación Social en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) unidad Xochimilco.
“la UAM me abrió las puertas hacía mi pasión en la vida” después de renunciar a la carrera de Economía en la UNAM, “pues no era para nada lo mío”, optó por entrar a una licenciatura de carácter multidisciplinario.
Lee historia y filosofía; en literatura sus autores favoritos son Miguel de Cervantes y William Shakespeare, además de disfrutar algunas de las obras de García Márquez como Cine años de soledad y memorias de mis putas tristes “porque creo que es la más lograda en el sentido de contar a detalle las vivencias de una familia, muy semejante a la realidad”

Pasión irrenunciable
Cuenta la leyenda que Páez comenzó a escribir después de darse cuenta que su vocación no era la radio, (aunque este género comunicativo le producía una mayor exaltación en la vida) “después de escuchar mi voz en las grabaciones de la cabina de audio me di cuenta que mi vozno era apta para hablar en radio” Por lo que optó en continuar sus estudios sin venirse a tierra y seguir trabajando por su segundo sueño: aparecer en televisión.
“nunca me imagine escribiendo en un diario” después de salir de la universidad pasó un año atendiendo el negocio familiar sin respuesta alguna de los medios de comunicación a los que había visitado, fue hasta un día en que recibió una invitación de un amigo para realizar un examen de admisión para recibir un curso de periodismo en grupo Reforma.
“Jamás pensé que pudiera quedarme, pues había una larga fila de chavos que tenían finta de intelectuales, lo que acotaba más las posibilidades de quedarse”. Y sin embargo lo hizo fue uno de los cincuenta afortunados en recibir el curso integrado por periodistas profesionales entre ellos Raymundo Riva Palacio “el curso casi aseguraba quedarse a trabajar en el diario” lo cual también logró por su desempeño y su pronta demostración hacía esa vocación.
“De principio pensé que eso no era para mí, pero después fui aprendiendo “el teje y maneje de la noticia”. “Trabajé en el periódico Reforma de 1993 a 1995 pues mi verdadera rama periodística era la nota política y en ese lugar era muy difícil que te asignaran notas de ese tipo por lo que decidí salirme de ése lugar sin colgar los guantes”.
“En El Diario de México (en el que trabajó de 1995 a 1996) tuve experiencias agradables pues llegué a conocer a mucha gente lo que hizo que mis aspiraciones se elevaran y me hicieran saltar a La Crónica de hoy no fue sencillo pero así es cuando tienes una meta en la vida” en este último periódico ha permanecido desde 1996 escribiendo en la sección de política.
Entre mítines, huelgas, tomas de protesta, marchas, estallamientos de huelgas de hambre, tomas de tribuna, giras de campaña presidenciales y demás es el ambiente al que se ha acoplado en todos estos años, “no es sencillo, en primer lugar porque tienes que ser muy puntual al momento de cubrir una nota, no puedes dejar que alguien te pase la información pues pierdes los detalles, además de poner bastante atención para depurar los temas y hacer lo más atrayente posible el suceso, en segundo lugar hay que tener mucho cuidado en los lugares en donde te toca cubrir, pues tengo un amigo camarógrafo de Azteca Trece que perdió un ojo a causa de un piedrazo cubriendo una nota en una manifestación, bueno eso además del peligro que se corre como periodistas en esta ciudad, una vez escuché a un catedrático decir que en su ciudad natal los periodistas eran personas normales pero en la capital eran héroes. Pensé que nunca me encargaría de estar en el lugar de los hechos y veme ahora, es mi mayor pasión”.
Uno de los sucesos que más le ha sido atrayente fue la gira de la campaña presidencial de Roberto Madrazo en 2006 pues se visitaban tres o cuatro pueblos diarios “ese fue uno de los factores que me atrajeron hacía el periodismo conocer mi país, pues difícilmente lo hubiese viajado de no ser por el periodismo”.
Ha participado dentro de las convocatorias del premio José Pagés Llergo en Tabasco y del premio nacional de periodismo, aunque hasta el momento no ha obtenido ninguno de los dos piensa que el quehacer informativo le ha dado mucho más al paso del tiempo, “las amistades, los lugares visitados y estar vigilando desde fuera ese de ese círculo del poder político y a la par enterarme de los acontecimientos de la vida de la política mexicana han sido los mejores premios que puedo recibir”.
Para él no se debe de tomar una posición a la hora de escribir una nota pues la objetividad dentro de tu trabajo es lo que te mantiene a la vanguardia “es mejor no tomar posiciones a la hora de escribir, cuando conversas con alguien más tus puntos de vista es cuando surge tu posición pero mi trabajo no es manipular a la gente, más bien me tengo que preocupar por informar lo sucedido y en otros lugares daré mi punto de vista.

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